Valores por México

lunes, 2 de marzo de 2020

Otra vez la burra al trigo


Así es la banalidad del gobierno de la república, se repite una y otra vez todos los días en las “mañaneras” del presidente Andrés Manuel López Obrador (amlo) y sus compinches.

De ese ejercicio lúdico, no es en sí las ocurrencias o las cortinas de humo para bandear los temas trascendentes, me queda claro que el ejecutivo se expone, demuestra  temple, valentía, experiencia, es un ilusionista que desaparece los temas verdaderamente importantes para convertirlos es espejitos, y si utiliza invariablemente su ya famosa muletilla “este” de la que todos están pendiente para casi adivinar la siguiente sentencia, el resultado es desesperadamente inesperado. Sin duda estos actos casi atropellados podemos pensar que no siguen un guion pero en realidad ¡así es!

Cuando allá a fuera la cosa está que quema, el presidente nos imbuye en la burbuja del “todo está bien”, de “sus otros datos”, de la indolencia, de la demagogia, del echarle la culpa a los demás a sabiendas que tal postura no genera progreso. El adalid de los creyentes de la “4t” hace uso indiscriminado y con menoscabo, de los Símbolos Patrios, éstos los usa de telón a diestra y siniestra al igual que recursos del erario para con tal displicencia  crear la escenografía y presentar su acto de pantomima en la que ideologiza y placea su imagen a gusto, transgrediendo los más elementales valores de convivencia y causando estridencia en la comunicación con la ciudadanía.

El Presidente de México hace como que es congruente, no repara en viajar en clase turista y es fiel a su populismo, todo para crear esa sensación de ilación de sus actos, pero qué más da, hoy tiene el poder y lo ejerce a capricho. Los medios de comunicación algunos críticos, también disfrutan, de esas condiciones puesto que se alimentan de las penosas circunstancias que genera el gobierno con tales deslices. Ellos no tienen la culpa de semejante pifia pero temo que abonan al despropósito de la estrategia gubernamental.

Valdría la pena saber cuánto le cuesta al erario esas ineficientes peroratas mañaneras, cuánto es el “chayote” para mantener periodistas a modo, que son tan evidentes como las mismas “mañaneras”, cuánto afecta utilizar el tiempo valioso de otros servidores públicos, aunque muchos de ellos da igual que estén o no, pues resultan un cero a la izquierda. En fin, cuántas más cosas podemos observar de ese ejercicio a modo. Sin embargo su magia resulta efectiva.

Ya lo he comentado en otras ocasiones e insisto, estoy convencido que el objetivo de las “mañaneras” del aparato gubernamental tiene visos perversos. Nos ha envuelto en un juego de palabras, de modismos, de conceptos ideológicos históricamente probados que hostigan al público directa o indirectamente con la sutileza de la gota que orada la piedra y vaya “gotitas ideológicas” que resultan cascadas las que se manda. No conforme el presidente encuentra en sus medios de propaganda un modo eficaz para hacer llegar su mensaje y a sus redes sociales las califica de “benditas”. Pero abusado porque el tema de los feminicidios y la cuestión de género lo traen en jaque con el encono de grupos que lo apoyaron a punto de crear sismas dentro de su reino.

Las técnicas de comunicación que pretenden la fijación de ideas banales, burdas, ocurrentes trabajan muy bien por el objetivo, sólo conocido por el que las emite, pero finalmente ideas fáciles de digerir por simples, por su falta de contenido, por su repetición a rajatabla, a propósito estimado lector ¿ya pensaste en comprar tu “cachito” para la rifa simulada del avión? El mecanismo es el mismo que empleó el infame Goebbels al insinuar que “una mentira repetida 1000 veces se convierte en verdad”. Eso no cambiará desafortunadamente.

A lo largo de la historia reciente encontramos ejemplos de estas técnicas de penetración de ideologías a través de la propaganda, así el mismo Goebbels y su injerencia en el Holocausto; más reciente está el ejercicio del malogrado Hugo Chávez con su “Aló presidente” y el consabido desastre venezolano seguido por Maduro; la revuelta en Egipto contra el presidente Hosni Mubarak atizada por las servicios ofrecidos en internet; Bolzonaro en Brasil, también con sus redes sociales particularmente el Facebook; las comparecencias anuales de Putin en Rusia con sus “conversaciones con Putin” o el caso de D. Trump más reciente y que evidenció  el uso de la comunicación en redes sociales como factor para ganar las elecciones.

La técnica está probada y avanza eficazmente en sus objetivos aunque no sean los del país. Tendrá que haber reacciones que contengan el lavado masivo de cerebros.

Hoy el hombre en el poder aparenta ser bonachón y se le da la cosa, pero el país, los valores, la dignidad de la ciudadanía, el progreso están por encima de bondades y caprichos personales.

Al respecto de las mañaneras vale la pena mencionar algunos datos, sin duda reveladores de lo que ha significado este gobierno, así que van estas infografías del Dr. Luis Estrada y su Taller de Comunicación Política #spin. (al  31 de enero y 17 de febrero del 2020)






Con todo esto vale la pena reflexionar sin prejuicios ideológicos, sino simplemente viendo la realidad, si es el gobierno que requiere un gran país como México.

De remate:

Ya es frecuente que el gobernador de Yucatán, Mauricio Vila Dosal sea reconocido como el mejor gobernador de México, y con un nivel de aprobación  por arriba del mismo presidente, guardadas las proporciones. A diferencia de lo que se ha hecho por el gobierno de la república, los resultados obtenidos en Yucatán avalan dicha percepción que se vuelve una realidad para quienes vivimos en Yucatán, guste o no las formas de cada gobernante.