Valores por México

viernes, 28 de julio de 2017

Asistencialismo disfrazado de solidaridad

A doña Edelmira le ha tocado su tinaco, aquel día se puso contenta, pero doña Candita y don Gervacio no corrieron con la misma suerte, no fueron afortunados militantes de la causa. Ya doña Edelmira contenta, se apresuró a empeñar algunas alhajas para poder pagar la instalación de su flamante tinaco, dos días después nuestra amiga está triste, muy pocas veces llega el agua a su colonia. Lastimosamente  así es la visión del asistencialismo: inequitativo y  miope.

Me pregunto si alguna vez, usted que lee estas líneas ha corrido con la experiencia de participar en eventos “solidarios” de políticos en los que se reparten enseres, útiles, herramientas, comestibles puerquitos, chivos,  vaquitas, pollos, materiales de construcción, tinacos, sillas de ruedas, etc. si le ha tocado, ¡no sé si felicitarle! (por el tipo de apoyo recibido), de cualquier forma, la gala  mediática llena de parafernalia, a veces institucional otras muy personal, es un evento muy llamativo, que luce más, si en la bolsita o en el apoyo viene el nombre y más la cara del fulano o fulana que lo patrocina.




Podríamos nombrar a políticos y políticas de todos los partidos, incluso el de aquellos independientes que promueven estas prácticas, los conocemos, los hemos visto y es que, es tan generalizada la ocasión que no hay diferencia si lo fomenta un priista, panista, perredista, morenista u lo que sea. Como ciudadanos hemos sido pasivos ante tales prácticas a pesar que sabemos cuál es el objetivo final. El trasfondo del acto en sí, es lo perverso.

Cuando veo a políticos siendo dadivosos de manera “solidaria” me pregunto  si son conscientes del daño social que acarrean con su “apoyo”. Desafortunadamente tales actos no han producido un cambio, siquiera somero, en las condiciones de la gente a quienes va dirigida dicha “ayuda”. Han sido sólo paliativos efímeros y temporales que si bien en algunos casos logran resolver una necesidad, éstos no producen mayor bienestar social, condición para propiciar prosperidad. La dependencia en estos casos resulta perjudicial contra el mismo receptor de los apoyos.



No podemos tapar el sol con un dedo y seguro estoy que cuando sabemos de estos enjuagues sociales lo primero que viene a nuestra mente es el sentido clientelar, por más que se ostenten los promoventes como “hermanitas de la caridad”, a todas luces violentan la dignidad de la persona, manteniéndolas cautivas como un voto más.

Sabemos que a los donadores sociales convertidos en políticos del momento les molesta que la gente se acerque a pedirles apoyos y más apoyos, sin embargo son ellos quienes propician tales prácticas con sus acciones.

Pronto veremos reproducirse en el marco de los procesos “democráticos” tal “solidaridad” “subsidiaria” violando en principio, las normas de la equidad electoral, no obstante ya se corren por ahí algunos ejercicios asistencialistas, anticipados, y sutilmente disfrazados por suspirantes a algún puesto de elección popular y de cualquier credo político. La arrogancia es su característica más visible al presentarse casi como un “Robin Hood” moderno. En eso no hay diferencia a pesar de las profundas huellas doctrinales, en algunos de los institutos políticos.

Es obvio que tales prácticas, al no poder satisfacer las necesidades de toda una comunidad resulta inequitativa, ningún recurso será suficiente para esos propósitos, pero además no siempre resulta claro el origen de los fondos para adquirir tales apoyos, obviamente dando espacio a la sutil suspicacia de no pocos. Es aquí cuando exigimos a los legisladores que hagan su trabajo proponiendo leyes de fondo y no sólo espejitos.

Creo firmemente en las virtudes de la solidaridad y subsidiariedad  como sostén para la concordia y pleno desarrollo de las comunidades, y los ciudadanos tenemos que ser responsables mutuos entre todos para salir de las condiciones de desamparo social, pero éstas tienen que tener naturalmente algunas características propias de su esencia: tienen que ser genuinas e íntegras.

Benedicto XVI se refiere a la necesidad de que el principio de subsidiariedad se mantenga íntimamente unido al principio de la solidaridad y viceversa, porque así como la subsidiariedad sin la solidaridad desemboca en el particularismo social,(inequidad social) también es cierto que la solidaridad sin la subsidiaridad acabaría en el asistencialismo que humilla al necesitado.

Es deber de los ciudadanos pero sobre todo de los políticos trabajar en programas que integren a la gente a ser parte de la solución, no hay que inventar el hilo negro, en todo el mundo han habido casos exitosos de solidaridad, incluso en nuestro país pero hay que tener voluntad y la conciencia social para dejar de considerar a los sectores más necesitados como simple reserva electoral.


Remate:

Una vez más nuestra ciudad fue víctima de un ecocidio, esta vez fueron tasajeados 16 árboles de Chaká (Bursera Simaruba) en una avenida de la ciudad, esperemos que no queden impunes ni este caso ni el del "ácido" en las calles recién repavimentadas de Mérida. Veremos si se empieza a justificar el sistema Escudo Yucatán. 

martes, 25 de julio de 2017

¡Empoderando a quién!

En fechas recientes se ha acuñado con gran vigor el término de “empoderamiento”. Se ha empoderado al ciudadano, al consumidor, a dirigentes políticos e incluso han intentado empoderar la ideología de género. Sin embargo un tema que llama mi atención es: el empoderamiento de las mujeres.


Partamos de la conciencia que ha sido largo y sinuoso el camino que han recorrido las mujeres respecto a sus derechos en el mundo y en México. Los primeros esbozos de la emancipación femenina, se remontan al siglo XVIII con la aparición de la Declaración de los derechos de la mujer y la ciudadana de Olympe de Gouges, en plena revolución francesa, y desde entonces ha sido un constante y denodado esfuerzo de las mujeres por hacer valer su dignidad.




Sin embargo el concepto y nombre del “empoderamiento de la mujer” apareció por primera vez en la Conferencia Mundial de Mujeres llevada a cabo por la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Beijing, en 1995, y por supuesto con objetivos y temas específicos, todos enfocados al progreso y logros de las mujeres.


Aun así, el tema del empoderamiento, ha sido muy confuso para la sociedad en general convirtiéndose en casi un tabú, irónicamente. Se ha manejado, y me atrevería a decir manipulado, en el entorno político y aún entre grupos y organizaciones de activistas, de tal suerte que han dejado desamparadas a la mayoría de las mujeres en la lucha por sus derechos. La solidaridad con ellas, digamos, sigue siendo un pendiente, aún entre las del mismo sexo.

He de insistir, y no quito el dedo del renglón, que gobiernos, legislaturas, dirigentes partidistas (de todos los partidos), feministas, activistas sociales y aún más personas que tienen acceso a los recovecos y recursos que hoy día garantizan las constituciones, han enarbolado el tema del empoderamiento para maquillar esfuerzos poco claros en la consecución inmediata del avance por las mujeres, a pesar de manifestaciones, presión a los mismos gobiernos, golpeteos políticos, actos de desagravio, etc. de tal suerte que, la evolución en esta lucha justa por reconocer a las mujeres presenta un déficit lamentable.

Sí, han habido logros, absurdo sería que algún impulso institucional no hubiera rendido frutos, aunque sigue habiendo una reticencia insulsamente machista a la participación de las mujeres, pero tampoco veo entre ellas mismas, equidad o igualdad de oportunidades, los dividendos son casi siempre para las que logran subir el siguiente peldaño, son unas las que avanzan, las de siempre, mientras las demás tienen que realizar un mayor esfuerzo y aun así librando mayores obstáculos, entonces ¿a quién empoderamos?.



El tema de la igualdad entre hombres y mujeres tiene que ser entendido, desde el contexto de la solidaridad y de la dignidad humana ya que tanto mujeres como hombres participamos de tal condición, somos dignos.

Ojalá sean equitativas las oportunidades para las mujeres, ¡promovámoslas!. En este pedregoso camino que recorren sería contrario para ellas mismas que por la circunstancia única y exclusiva de ser mujer y no de sus capacidades, apelen al odioso 50-50. Por cierto un rasgo curioso que llama mi atención, es que en sus temas y actividades relativas al empoderamiento, no incluyan decididamente a los hombres, ¿por qué?.




Cuando he expresado estas ideas, me han dicho: “¡en ese tema no te metas, no es políticamente correcto!”, un poco en broma y mucho en serio hemos llegado al punto de no proponer el tema en los espacios de discusión, y al contrario, es necesario que lo planteemos para que nos quede claro de qué manera podemos incidir en la promoción de las mujeres y de los hombres, en un esfuerzo de complementariedad y no como un juego de vencidas, que a nadie conviene.

Yo soy el primer promotor del valor que tienen las mujeres en todos los campos, tengo madre, hijas, esposa, sin embargo no se trata de quitar o añadir poder sobre los demás, eso me parece egoísta e inconsistente si queremos una sociedad en la que reine la igualdad. Aún hay tramo que recorrer y llevamos prisa, así que todos en solidaridad, personas del sexo femenino y del sexo masculino debemos trabajar en el mismo sentido, aliviando las cargas sociales que hoy día siguen agobiando a las mujeres.


Que sea este empoderamiento una causa justa para reconocerle a la mujer lo importante que es en la construcción de una sociedad mejor en donde vivir.

Remate:
Se ha iniciado el proceso para activar la alerta de género en Yucatán a raíz de los acontecimientos violentos que han padecido las mujeres, catalogados ya como feminicidios. Veremos si somos capaces de asimilar lo que implica este mecanismo para la sociedad.

lunes, 10 de julio de 2017

¡Tomó posesión…!



Pareciera habernos pasado de noche el proceso para elegir al nuevo auditor del estado de Yucatán, que en este caso resultó ser el contador público Mario Can Marín, y seguramente usted que me lee, estuvo enterado de la evolución, en el que otros 10 aspirantes tuvieron la “misma” oportunidad de ser elegidos.  Pues bien, el hoy auditor tendrá bajo su responsabilidad, no poca cosa, se encargará de Fiscalizar la Cuenta Pública del gobierno del estado y de los 106 municipios, una tarea de gran envergadura y trascendencia, su función, específicamente será: revisar las cuentas de ingresos y egresos de los gobiernos, realizar auditorías y todo lo que tenga que ver con el buen manejo de la hacienda pública, que resulta de la recaudación de nuestros impuestos. Sin embargo no queda claro en las leyes correspondientes las facultades tanto del auditor como de los miembros del H. Congreso del estado para ejercer su poder coercitivo, no hemos tenido hasta ahora, una experiencia tal, pero tampoco esperemos a tenerla para corroborar hasta donde “no” llegan sus alcances. De nada servirá que se detecten irregularidades, como las ha habido y queden impunes. El Nuevo fiscal tendrá como responsabilidad principal, además de las funciones anteriormente mencionadas, la de informar a los legisladores del trabajo que realice, ya veremos cuál será el proceder de los diputados.

La revisión que se tiene qué hacer del uso de nuestros impuestos por parte de los gobiernos, sin duda es un elemento fundamental que exige transparencia y rendición de cuentas, y hoy que la corrupción e impunidad galopan vertiginosamente, la figura de un auditor del estado, en este caso de Yucatán, íntegro, es imprescindible,  pero además deberá garantizar su compromiso con la ciudadanía. Hoy, este es un tema oportuno de reflexión, como lo fue en su momento la elección del auditor saliente René Humberto Márquez Arcila, su elección fue un proceso lleno de suspicacias por decir lo menos; como apunte, el servidor público que deja el encargo es primo hermano de Nerio Torres Arcila y se le vincula muy cercano a Jorge Carlos Berlín Montero. Dudo francamente que su nombre sea inscrito, siquiera con letras de plástico en algún sitio.

No recuerdo que el  ya ex auditor haya librado su encargo de forma airosa, siempre estuvo marcado por la falta de transparencia, aunque pareciera que su gestión haya sido “miel sobre hojuelas”, a modo. Es por eso que requerimos de un auditor cabal, con personalidad recia, con mano firme y confío en nuestros legisladores al haber elegido al C.P. Can Marín. Por cierto, en mi mención respecto a la cualidad de reciedumbre y firmeza para este trabajo, vino a mi mente de manera emotiva, el recuerdo de la Dama de Hierro, la Sra. Margaret Tacher, por supuesto comparación odiosa y muy distante del tema pero al fin y al cabo la personalidad de esta mujer, sigue siendo inspiradora.

Es deber y obligación de las legislaturas, analizar y proceder conforme a derecho, manteniéndonos informados de las acciones emprendidas, que no dejen espacio a la desconfianza. Aprovechemos esta coyuntura,  espero que este este ejercicio editorial sirva para ello, y exigirles a nuestros diputados que hagan un esfuerzo y revisen sus procesos para privilegiar que la información sea oportuna y transparente. Se hace necesario que sus informes sean llegadores a cualquier ciudadano de tal manera que impacte para la toma de decisiones, al menos en lo relativo a la vida democrática para elegir a nuestros representantes.

De igual forma una ciudadanía apática y desinteresada de estos temas nos hará cómplices de la ineficacia de nuestros gobiernos, de los servidores públicos. Hagamos un “mea culpa” y eduquémonos en la cultura de la  transparencia y rendición de cuentas para poder exigir nuestros derechos, finalmente lo que está en juego, en este caso, son los impuestos que pagamos.

Esta elección fue un ejercicio democrático, incluso alcanzó la  unanimidad de los legisladores de todas las fuerzas políticas en el pleno, ¡qué bueno!, sin embargo tal acción democrática tendrá que ser respaldada por los resultados que presente el elegido y que los diputados nos mantengan  siempre informados, no vaya siendo que a última hora y a las carreras, nos quieran vender espejitos.

El contador Mario Can Marín tomó posesión el pasado 9 de Julio, y concluirá el 8 de ese mismo mes en el 2024, es decir será un periodo de 7 años. Al contador le deseo todo el éxito posible para que vele por los intereses de nosotros los ciudadanos y a nuestros legisladores les deseo, aún más éxito, conscientes que la elección fue de ellos y que también deberán rendir cuentas.

No basta con ser interesados de la cosa pública ocasionalmente, la democracia en nuestro país demanda ciudadanos responsables y comprometidos, informados, dispuestos a participar desde la trinchera que nos toca, por el bien de los nuestros y esta es una oportunidad más para cerrarle el paso a la corrupción y a la impunidad.

Remate:

Siguen las calumnias e infamias a personajes públicos, así las consideraré hasta que no se presenten pruebas fehacientes de esas manifestaciones, sin embargo me pregunto si estamos siendo garantes del bien ser, cualidad sine qua non que debemos promover para la buena convivencia entre todos, no atisbemos la cultura de la mezquindad, además de vil es  injusta.

domingo, 9 de julio de 2017

Tráfico textual

De ahora en delante este será el nombre de mi columna en el blog. Espero les guste.

La chicharra, expresión gastronómica de Yucatán.

¡Ah, qué deleite!, Si, el haber participado en el primer festival de la chicharra en Mérida de Yucatán. Y fue que el pasado sábado uno de Julio, por los rumbos de Xcalachen, barrio de gran tradición  chicharronera, se llevó a cabo el primer festival, celebrando a un manjar con el típico sabor yucateco: la chicharra, que complementada con el buche relleno, el castacán, el puyul, la morcilla y mas, hacen el deleite de propios y extraños, y si la acompañamos con su “pico de gallo” y por supuesto con alguna bebida espirituosa, se produce todo un acontecimiento social.



Además de la alegría gastronómica que representa un evento de esta naturaleza, está por supuesto el impulso a una tradición perdida en el tiempo. La convocatoria para realizarla fue todo un acierto, aunque la organización dejó mucho que desear. Literálmente 4 km de gente se formó en fila para comprar su ración, de tal forma que quienes despachaban no se dieron abasto. El caos vial que se armó en la zona, aunado al cierre de calles por rehabilitación, deslució el éxito del evento, siendo testigos de tal desorganización las diez mil personas que asistimos, sin embargo y afortunadamente para nosotros los comensales fue pasajero ya que al probar el primer bocado de ese buche relleno con castacán, todos los pesares se olvidaron. Sin duda un evento familiar que merece repetir con mejor organización involucrando a más actores en este fantástico evento culinario.

Dicho ejercicio abre la posibilidad para enriquecer todavía más nuestras tradiciones en cada rincón, no solo de Mérida sino en el estado, reforzando los vínculos entre vecinos. Baste enumerar lo que acontece con gran éxito en suburbios míticos de Mérida y de otros municipios, como los bailes en Santiago, las serenatas maravillosas en Santa Lucía, etc.

Nos queda la añoranza de este evento, esperemos el próximo año disfrutar nuevamente la exquisitez de éstos manjares en compañía de vecinos y amigos del rumbo de Xcalachen, y estaremos a la expectativa de nuevas oportunidades para este evento, pidiéndoles a los organizadores que nos sorprendan y nos hagan exclamar una vez más ¡qué rico!

Remate:         

Mérida, una ciudad sitiada por las obras públicas que en ella se realizan, tanto por parte del Ayuntamiento de Mérida como del Gobierno del estado, si bien es cierto que son molestias temporales, el tener una mejor organización seguro reducirían tales fastidios, manteniéndolos en un límite tolerable, sólo espero que como en el caso de la chicharra, los resultados sean tan buenos que se nos pase pronto la molestia.