Ante las decisiones cupulares, aún
legitimadas por consejos políticos, el hecho de elegir candidatos por
designación rompe con el espíritu democrático al que todos aspiramos, aún más
rompe con un principio de justicia en el entendido que atenta contra la
inteligencia de los posibles electores al tratarlos como ciudadanos de segunda,
inmaduros e incapaces de decidir qué es lo que más conviene a un instituto
político y aún más a la ciudadanía.
*
Quizás el motivo de una decisión
así derive de una tergiversación doctrinal en los partidos políticos, todos
ellos democráticos al menos así se dicen, o aún más en la incapacidad que éstos
tienen para formar en sus principios y doctrina a sus militantes y hacer de la
democracia participativa una fortaleza en lugar de una amenaza.
Tenemos la esperanza de un cambio,
de un cambio verdadero que nos libere de las ataduras a las injusticas
políticas que van de la mano con la insatisfacción porque no se respeten los
derechos políticos. Estoy seguro que todos queremos ser parte de ese cambio, ¿qué
impide tomar en cuenta ese legítimo derecho?
Hoy día con la velocidad de la
información en la comunicación y el desarrollo de la tecnología, cada vez más
son los que manifestarán su inconformidad ante este tipo de decisiones, sería
un error no darles su peso específico e incluso no promover una reflexión al
respecto.
No digo que sea fruto de lo
anterior pero el Instituto Nacional Electoral (INE) lleva registrados a esta
fecha, 86 candidatos independientes, solamente por la presidencia de México,
sin duda marca un parte aguas en esta coyuntura electoral y nos presenta un
síntoma en el quehacer de la política, un síntoma que tendrá que ser
diagnosticado inteligentemente por los partidos políticos, quienes en lugar de
denostar a estos aspirantes, deberían analizar las motivaciones que los
impulsaron a tomar tales decisiones y concluir en qué no están satisfaciendo
las expectativas de los ciudadanos, cada
vez más dispuestos a exigir sus derechos electorales.
Más que tomadores de decisiones cupulares los dirigentes, los
responsables, tienen que “ser sembradores de cambio”. Leyendo al Papa Francisco,
retomo una frase que le dirigía al pueblo de Bolivia: “Dolorosamente sabemos
que un cambio de estructuras que no viene acompañado de una sincera conversión
de las actitudes y del corazón termina a la larga o a la corta por burocratizarse,
corromperse y sucumbir” y señalaba: “La opción es por generar proceso y no por
ocupar espacios”.
Ojala los partidos políticos
retomen con fuerza el estudio e incluso enriquezcan su Doctrina y den valor
agregado a los principios que fortalezcan el valor individual de decisión de
cada militante, motivándolo a que participe proactivamente en los procesos democráticos.
Hoy los partidos políticos no han
sido generadores de cambio y sus procesos han quedado en manos de tomadores de
decisiones sin un argumento superior, así, a través de sus consejos nacionales,
en el caso del Partido Acción Nacional (PAN) y de sus aliados en el “Frente”; o
de las asambleas nacionales del Partido Revolucionario Institucional (PRI); o
del “dedito” de Andrés Manuel López Obrador en movimiento de regeneración
nacional (morena) han decidido o decidirán quienes serán sus respectivas “cartas
fuertes” para los 3,626 cargos de
elección, entre ellos el Presidente de la República, 9 gobernadores, 128
senadores y 500 diputados más los cargos en cada entidad, ¡uffff, espero no se
equivoquen!
De manera casual he leído algunos
argumentos dispersos de quienes ven como inteligente y quizás así sea, la
decisión de ir por designaciones a los puestos a elegir, a algunos de ellos les
beneficia directamente tal edicto, entonces por supuesto que se haga de esa
manera, a otros, si fueran el último de la fila en el equipo de un candidato o
candidata con posibilidades, sin duda con vehemencia defenderá esas decisiones,
entonces no se necesitan ni alcahuetes, ni aduladores del sistema, tampoco
agitadores profesionales que van en contra de todo, se requieren Demócratas, de
lo contrario, …estará fácil!
De remate:
Esta semana circuló una noticia
acerca de la salud de SS el Papa emérito
Benedicto XVI, hombre de 90 años ya, pero que en voz de sus secretario
particular el Arzobispo Georg Ganswein, desmintió las noticias alarmistas,
estoy seguro que el Papa, hoy más que nunca vive la Esperanza del Evangelio, como
él mismo menciona en su Encíclica “Spe Salvi”, lo acompaño con mis oraciones
sinceras.
*Derechos reservados del autor
del cartón