Valores por México

martes, 13 de junio de 2017

El cambio climático: ¡mito o realidad!

El pasado 5 de Junio, en todo el mundo conmemoramos el día del Medio Ambiente, el antecedente de esta efeméride data de 1972 en la Conferencia de La Organización de las Naciones Unidas (ONU) en Estocolmo Suecia y en la que se trató la inminente afectación a las condiciones ambientales de la Tierra. 113 países y más de 400 organizaciones se reunieron, marcando un punto de inflexión para atender las alicaídas circunstancias  de nuestro Planeta.

En este tenor, uno de los últimos esfuerzos mundiales por revertir precisamente estas alicaídas condiciones ambientales de la Tierra, es el Acuerdo de Paris, documento signado en 2015, en principio por 195 países y reiterado por 97 un año después, para darle certeza, en el marco de la Convención de las Naciones Unidas sobre el Cambio climático.

Dicho Acuerdo que consiste en "reforzar la respuesta mundial a la amenaza del cambio climático, en el contexto del desarrollo sostenible y de los esfuerzos por erradicar la pobrezaavizoraba un panorama alentador, La Unión Europea (UE)  y Estados Unidos (EEUU) se comprometieron con las acciones ahí contenidas; sin embargo hace unos días, el primero de junio, el presidente Donald Trump anunció su retiro del acuerdo. Las consecuencias de esta decisión, son de pronóstico reservado.


La nota de suyo, sin duda es trascendente, el mandatario de la nación más poderosa del planeta, del país que más gases efecto invernadero genera y causantes principales del aumento de la temperatura en la Tierra, abandona su compromiso, ni siquiera con los demás Estados sino con nuestro Planeta. Empecinado en su política negacionista y por un capricho de campaña.



La comunidad internacional no ha hecho caso del desplante y se ha mantenido firme en el Acuerdo. Pero… y de todo ésto, ¿qué podemos pensar?, acaso: ¿a mi qué?, ¡que tal vez no sea tan así eso del cambio climático!, ¡que sean tan distantes los efectos en el medio ambiente y que aún hay suficiente tiempo para atenderlo más adelante!, ¡que se trate de una conspiración mundial! ó ¡que sean más importantes los asuntos de la democracia!. Quizás ó tal vez pensemos así y muchas otras cosas más,  pero lo cierto es que nos estamos acabando el Planeta.

Tal vez nos creamos aquello de que “si se acaba el mundo nos vamos a Yucatán”, y algo hay de cierto en ello, vivimos en un lugar privilegiado, pero los estudios y resultados de las investigaciones al respecto nos cuentan una historia de deterioro de nuestro subsuelo y manto freático, sólo es cuestión de levantar literalmente tantito la cloaca para exhibirlo. Y es que la sutileza de los cambios en nuestro entorno quizás no nos permitan darnos cuenta cómo estamos contribuyendo al deterioro del medio ambiente, lo que sí es una realidad es que cada vez más, somos testigos de evidentes aumentos de las temperaturas cotidianas en nuestra ciudad, del comportamiento atípico de las lluvias, de la disminución de nuestras playas en nuestras costas, etc. Estudiosos, científicos, la comunidad internacional y gente con sentido común han advertido de las condiciones cada vez más severas a las que estamos sometiendo a nuestro entorno, y nuestra inconsciencia y patrones de consumo desordenados están contribuyendo con ello.

México se mantuvo en el Acuerdo de París, decisión encomiable del gobierno, sin embargo no es suficiente, las acciones son compromiso de todos, gobierno, empresarios, sistema educativo, sector social, amas de casa, estudiantes, obreros, profesionistas… de todos. Se hace indispensable  conocer del tema para sensibilizarnos acerca de lo que realmente le está pasando a nuestro medio ambiente y las consecuencias para el Planeta, adquiramos conciencia y convirtámosla en cultura ambiental.





A nivel mundial expertos y activistas en el tema marcan la agenda, tal es el caso, irónicamente, del ex vicepresidente de Estados Unidos, Al gore y su “proyecto climático”,  Gro Harlem Brundtland y su “desarrollo sostenible”, Felipe Calderón con su Fundación de Desarrollo Humano y Sustentable A.C., incluso de activistas como Leonardo DiCaprio, quien estuvo en nuestro país recientemente para promover la protección de las Vaquitas marinas afectadas también por el cambio climático. De ellos y de tantos otros especialistas vale la pena conocer de sus aportaciones en el tema.

Algunas de las acciones que podemos emprender para contribuir a revertir esas condiciones perturbadoras al medio ambiente son: reciclar, darle más usos al papel, vidrio, aluminio, reducir consumos de energía desconectando los aparatos eléctricos, utilizar focos ahorradores o “leds” (ya no los incandescentes) utilizar menos el aire acondicionando del automóvil, de nuestras casas, oficinas, sembrar árboles, participar en campañas por el medio ambiente, persuadir a los demás en el cuidado de nuestro entorno y muchas más.

Estamos acabando con nuestro planeta ¡hagamos algo!



Remate.


Mucho se ha hablado en estas semanas del derrame ocasionado a propósito, de alguna sustancia corrosiva (ácido) a las calles recién pavimentadas en Mérida, lo anterior en el contexto de sancionar el delito de daño a la infraestructura, no obstante, el vertimiento de esas sustancias con tales características y en cantidades considerables como se presume, repercute en perjuicio de nuestro subsuelo y del manto freático, además que pudieron liberar partículas que contribuyan con la generación de gases efecto invernadero; sin embargo ninguna autoridad ambiental ha tomado cartas en el asunto y desde aquí les hago un llamado para que atiendan dicha contingencia. Y si usted me permite, amable lector, cuestionar ¿cuál es la verdadera prioridad que tiene nuestro medio ambiente? 

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