Según los buscadores turísticos, para llegar a Venezuela desde la Blanca Mérida de Yucatán, México, tengo
que abordar un vuelo para trasladarme a la ciudad de México, recorriendo 998
km; de la ciudad de México al Aeropuerto
Internacional de Tocumen sería un transbordo y recorrer 2413 km, de ahí recorrer
1370 km más por aire aterrizando en al Aeropuerto Internacional Simón Bolivar
(mi tocayo) de la ciudad de Maiquetía en la periferia de su capital: Caracas, algo lejos ¿no?. Si bien nos va, serán 18
horas de viaje, tiempo suficiente para reflexionar sobre lo qué acontece en América
Latina. Al tocar tierras bolivarianas venezolanas, seguramente el gobierno de
Maduro me declararía persona “nongrata” por no estar de acuerdo con sus rollos
de gobierno, y me deportarían “ipso facto” si es que antes no me “apañan” (en
México lo tomamos como detener, privar de tu libertad). Y todo ésto pagando $27,399.00
pesos mexicanos (ida y vuelta)
Una introducción, quizás
sarcástica, pero que presagia circunstancias adversas para el pueblo venezolano,
y así es ¿Cuánto han sufrido en las últimas décadas, por democratizar a su País
y vivir en libertad plena? Cómo podría no ser, si sus últimos gobernantes
entronizados han sido caudillos que en su momento invitaban a un fantasma, incluso dejaban una silla
desocupada en el comedor por si llegaba, o bien escuchando pajaritos que le susurran al oído,
manifestándoles su beneplácito. Pues si, así se las gastaba el anterior
gobernante Hugo Chávez, ya fallecido, y el hoy dictador Nicolás Maduro.
Venezuela la otrora poderosa
suministrante de petróleo en el mundo, motivo de la perdición de la clase
política por su control, hoy es una Nación que aunque sus reservas de
hidrocarburos son probadas, irónicamente existe pobreza para sus habitantes,
fruto de una hegemonía gubernamental basada en el egoísmo y la ambición, aunada
a una ideología impropia fruto del totalitarismo de influencia Castrista, de
quienes recibieron adoctrinamiento extremo, una ideología ni siquiera social,
sino fundamentada, si es posible eso, en el ego de sus gobernantes por tener de
rodillas a sus compatriotas.
Ellos tenían una forma de
gobierno con su Constitución, de manera preocupante pero estable, fruto de un
referendo en 1999 con Hugo Chávez, y ya se veía venir su “socialismo del siglo
XXI”, hoy día ante el avasallamiento de
todas las imposiciones en el congreso y una Constitución a modo “la Asamblea Constituyente”
de reciente imposición, ha venido a consolidar la hegemonía de Maduro en el
poder: la dictadura de Maduro, quien apoyado por la ignorancia de un sector
popular y solapado por la anuencia de su séquito formado por rabiosos antidemocráticos
y fieles lamesuelas, han marcado el retroceso en los derechos políticos y
humanos de los venezolanos.
Un proyecto ambicioso de Maduro
por reformar la Constitución anterior sin las garantías democráticas más elementales,
y esta vez no hubo ningún referendo y los mecanismos que garantizan
transparencia fueron eliminadas.
¿Entonces cómo no ser solidario
con ese pueblo? Acaso ¿parece descabellado? Se trata de un pueblo
latinoamericano con quien nos unimos a través de una herencia histórica, que
mira hacia la libertad de nuestros países, no por nada el Papa Montini, Beato
Pablo VI llamó a América Latina “El
Continente de la Esperanza”, poniendo en relieve "la original
vocación" de América Latina de "plasmar en una síntesis nueva y
genial lo antiguo y lo moderno, lo espiritual y lo temporal, lo que otros te
han dado y tú…”
Pareciera un sinsentido ocuparse
de los problemas de un pueblo tan lejano pero pienso que podemos ser solidarios
en la distancia y el espacio con acciones concretas desde nuestra trinchera,
así que sugiero para ello: estar informados de lo que acontece política y
democráticamente en América Latina, ser un promotor de la libertad, de los
derechos humanos y políticos en nuestro país, no ser despreocupados de la cosa
política (si se puede participar en ella, qué mejor) y desde luego el sentir
genuino con quienes padecen de las injusticias políticas y sociales.
Ojalá hayan más propuestas de la
sociedad, las merecemos los ciudadanos de todo el mundo, ¡las exigimos!
Remate:
En las mesas políticas del
Partido Revolucionario Institucional (PRI) que se celebran en estos días en
diferentes ciudades del país, rumbo a su Consejo Político Nacional, resulta interesante el ejercicio que están
realizando los priistas encaminados a las elecciones del 2018, parece que va
enserio romper con algunas medidas antidemocráticas como la reelección de
“plurinominales” a puestos similares, quien debe estar echando chispas es
Beltrones, quien ha sido diputado y senador en varias ocasiones por esa vía y no dudo que lo hubiera intentado nuevamente. La atención también se centra en las
candidaturas de dos que no son militantes en el PRI: Jose Antonio Meade
Kuribreña y Aurelio Nuño Mayer. ¡veremos!
Valdrá la pena que otros partidos
miren lo que están haciendo en el PRI, ¡no les vayan a dar un susto!
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