“De chile, de dulce y de manteca”,
es una voz popular que expresan las personas cuando hay una gran variedad de
algo, particularmente de comida… pues así podremos ver en los subsiguientes días
y ya desde hace algunos, en el concierto de informes (por cuestión de la rendición
de cuentas) y de parte de quienes tienen como pretexto rendir cuentas y lo
aprovechan para su incipiente e inmediata campaña aspiracional, una avalancha
con las distintas maneras de informar algo.
Ya quisieran algunos tener ese
pretexto, aunque sea para informarnos a qué hora van por el PAN o para lo que
gusten y manden. El caso es que en esta, acaso estridente, andanada de informes,
tenemos que ponernos abusados para captar el mensaje real, quizás oculto subliminálmente
entre línea y línea del espectacular o del mensaje transmitido por las redes
sociales. La radio ha quedado rezagada por el momento pero seguro emergerá. El mensaje
en sí del logro es secundario y en semanas, tal vez días, no nos acordaremos de
ello, bueno tal vez de la Ley anti mosquito sí.
Los publicistas harán literalmente
su agosto llevándose al baile, los no profesionales a sus clientes aunque
algunos se esmerarán en pintarnos más bonito el acierto correspondiente del
servidor público, de aquí podremos también catalogar a algunos de generosos con
sus propuestas, aunque los hay tacaños, a pesar de tener una partida especial,
seguramente, para rendir cuentas. Esos no aspiran a algo o son entintados con
gris.
Nadie le podrá criticar a esos
servidores públicos que hacen propaganda de sus informes, que no están
cumpliendo con la ciudadanía, y es que en sentido estricto, aunque banálmente,
están rindiendo cuentas, y qué bueno, nos enteramos de sus logros personales, a
pesar de escuchar que en todos los casos han sido gracias a la ciudadanía y en especial
al sector que representan, son generosos al darle crédito a los ciudadanos y si
fuera el caso pues entonces “que se pongan la del Puebla”, sería lo justo.
De lo que no estoy seguro es que
si estamos dispuestos los ciudadanos a que nos relaten más “cuentos chinos” con anécdotas de logros
personales. Sería injusto no reconocer el esfuerzo que algunos servidores
públicos realizan y que impactan en el entorno social y político, sin embargo la
transformación del país requiere más que el elogio a los logros alcanzados.
El asunto de los informes debería
reglamentarse para que realmente sean actos de rendición de cuentas como lo
establece la Ley y no nos hagan perder el tiempo a los ciudadanos con espectáculos
“stand-uperos” ni nos contaminen con tanta estridencia visual. Ya sabemos que
algunos supuran por sus espectaculares el ego, al menos, que se esperen a las
campañas electorales para poner su lindo rostro, ¡ahí sí!. La campañas
anticipadas disfrazadas de rendición de cuentas son gracias a que tenemos un
Instituto Nacional Electoral (INE) “chafa” y a que a los Partidos Políticos así
les conviene.
Lo cierto es que como ciudadanos
tenemos que romper paradigmas y exigir que los informes de tales obligados sean
eso, rendición de cuentas y no un pretexto aspiracional. Hoy que tendremos
oportunidad de estar en comunicación con ellos y que seguramente nos pondrán su
mejor cara, aprovechemos para proponérselos.
Me preguntaban si sé alguna forma
en la que deban ser los informes, y la respuesta la tiene la ciudadanía, que
nos pregunten cómo esperamos que rindan cuentas esos servidores públicos,
escuchar a la ciudadano siempre será un acto sensato.
Remate:
Una barbaridad el dinero que
asignará el INE a los partidos políticos y a los independientes en el 2018: 6.7
mil millones de pesos. Me pregunto si no será motivo de corrupción o de
intentos de corrupción. Y por supuesto que estamos convirtiendo a la Democracia
en un negocio, ¡Vaya, que es lamentable!
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